Otra vez el Conde le pidió consejo a su consejero Patronio, esta vez el problema era que no sabia si hacer una cosa por lo que la gente pueda decir.

Y patronio le explicó una historia:

Un dia un padre y su hijo se fueron a comprar a la Villa con su burro de carga, ellos iban andando y el burro iba de momento sin carga, entonces cuando se cruzaron con unos hombres que ya volvian, se saludaron y comenzaron a decir que no les parecia muy juicioso que el animal fuera sin carga y que ellos estubieran andando. Entonces el hijo le dijo al padre que tenian razon, y el padre ordenó al hijo que se subiera al burro. Así continuaron asta que se encontraron a otros hombres que les  dijeron que como puede ser que el padre ya anciano estubiera andando y el hijo que estaba echo un mozo y no tenia problemas para caminar, y el hijo de nuevo le dijo que tenia razón, entonces el padre se acomodó en el burro. Al encontrarse mas tarde con otros tambien los criticaron porque el padre acostumbrado a trabjar estaba subido en el burro y el hijo que no estaba acostumbrado iba a pie, el hijo tambien dijo que estaban en lo cierto y le ordeno que el tambien se subiera. Al encontrarse con otros hombres comenzaron a decir que la pobre bestia que estaba mal que estubieran montados en ella porque no poda soportar el peso,  y el hijo dijo otra vez que tenian la razón. El padre entones le dijo que todos lo iban a criticar que hiciera lo que el viese correcto no lo que los demàs aprueben, porque la gente normalmente habla sin pararse a pensar en lo más conveniente.

Entonces Patronio le dijo al Conde que haga lo que haga le van a criticar, entonces que haga lo más provechoso para el.

Moraleja de este cuento:

"por críticas de gentes, mientras no hagais mal,

buscad vuestro provecho y no ós dejeis llevar".