CUENTO V
Lo que sucedió a una zorra con un cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico
Hablando otro día el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo:
mi amigo comenzó a alabarme y me dio a entender que yo tenía mucho poder y muy buenas cualidades. Me propuso un negocio, que me pareció muy provechoso.
Entonces el conde contó a Patronio i el se dio cuenta de que lo queria engañar
Y le contó una història
-Señor Conde Lucanor, el cuervo encontró una vez un gran pedazo
de queso y se subió a un árbol para comérselo con tranquilidad. La zorra debajo del árbol comenzó a maquinar un plan para quitarle el queso. Entonces le dijo:
Don Cuervo, desde hace mucho tiempo he oído hablar de ti, pero aunque os he buscado por todas partes, ni Dios ni mi suerte me han permitido encontraros antes. Ahora que os veo, pienso que sois mucho mejor a lo que me decían. Y para que veáis que no trato de haceros la pelota, no sólo os diré vuestras buenas cosas, sino también los defectos. Todos dicen que, como el color de vuestras plumas, ojos, patas y garras es negro, y como el negro no es tan bonito como otros colores, al ser tan negro te hace muy feo, sin darse cuenta de su error pues, aunque vuestras plumas son negras, tienen un tono azulado, como las del pavo real. Y pues vuestros ojos son para ver, como el negro hace ver mejor, los ojos negros son los mejores y por ello todos alaban los ojos de la gacela. Además, vuestro pico y vuestras uñas son más fuertes que los de ninguna otra ave de vuestro tamaño. Y así creo que, como Dios todo lo hace bien, no habrá consentido que vos, tan perfecto en todo, no cantes mejor que el resto de las aves, y porque Dios me ha otorgado la dicha
de veros y he podido comprobar que sois más bello de lo que dicen, me sentiría muy
dichosa de oír vuestro canto.
Cuando el cuervo se vio tan alabado por la zorra, como era verdad cuanto decía,
creyó que no lo engañaba y, pensando que era su amiga, no sospechó que lo hacía por
quitarle el queso. Convencido el cuervo, abrió el pico para
cantar. Cuando abrió la boca, cayó el queso a tierra, lo cogió la zorra y escapó con él. Así fue engañado el cuervo.
Señor Conde Lucanor,como ves, aunque Dios os otorgó muchos
bienes, aquel hombre os quiere engañar.
Moraleja:
Quien te encuentra bellezas que no tienes,
siempre busca quitarte algunos bienes.

